Masaje muy suave, agradable y relajante, que drena los canales por los que circula la linfa del cuerpo. Su principal efecto es el antiinflamatorio, además de eliminar toxinas (entre otras indicaciones).
Muy útil por tanto en pre y post-operatorios de estética, como anticelulítico y en todos los problemas que cursen con grave inflamación de los tejidos.
A pesar de ser una técnica manual no se la denomina masaje, por tener su propia apelación de “Drenaje”; drenar es “facilitar”. Partiendo de la base de que el Sistema Linfático es un sistema “abierto”, desde el inicio, en los capilares linfáticos, hasta su finalización en las fosas supraclaviculares, las maniobras serán de proximal a distal. Como el Sistema Circulatorio es un sistema cerrado, las maniobras de masaje se realizan de la parte más distal a la proximal.
El D.L.M. se realiza de forma muy suave sobre la piel, pero sin deslizar la mano sobre ella, sino tirando un poco; así, se estimula e imita la acción de bombeo propia del Sistema Linfático. El ritmo será muy lento, metódico y pautado, ajustando la mano al ritmo de llenado y vaciado de la linfa en el cuerpo. Nunca producirá dolor ni rubor en la zona; es sumamente relajante.